Leyenda de la Bossa Nova
La llegada de Bossa Nova a la escena musical brasileña proviene del rechazo de la música popular tradicional brasileña por parte de músicos de Río de Janeiro.
Hasta la década de 1950, la cultura musical dentro de la clase trabajadora brasileña estaba compuesta principalmente por sambas del tipo de carnaval con un uso obligatorio de la percusión como acompañamiento.
Pleros hispanoamericanos, que ofrecen composiciones simples, armonía estándar, voces suaves y textos sentimentales, más frecuentemente melodramáticos.
El estilo Bossa Nova fue inventado por un grupo compuesto por el compositor Antônio Carlos Jobim, el cantante João Gilberto, de Normando Santos [ref. necesario], del poeta Vinícius de Moraes y otros que inspiraron a fines de la década de 1950 parte de la juventud de los barrios de Ipanema y Copacabana en Río de Janeiro.
Desde 1958, se popularizó en Brasil con el disco Chega de Saudade, grabado en Río en 1958, pero vendido desde São Paulo en 1959. En este disco, João Gilberto interpretó tres canciones de Antônio Carlos Jobim (en letra de Vinícius de Moraes (Chega de Saudade ...) y Newton Mendonça), otros tres de Carlos Lyra, dos composiciones personales y, a su manera, usaron sambas antiguas y una canción de Dorival Caymmi (Rosa Morena).
En 1963, gracias a la colaboración de João Gilberto y el saxofonista Stan Getz en el álbum Getz / Gilberto, la Bossa Nova logró el éxito mundial con A Garota de Ipanema (The Girl from Ipanema, en inglés), interpretada por Astrud Gilberto.
Entre los músicos de Stan Getz se encontraba el guitarrista brasileño Laurindo Almeida, que precedió a Getz por diez años, siendo el verdadero puente entre la música brasileña y el jazz.
Allí se reúnen los clásicos más grandes de bossa nova: A Garota de Ipanema, Corcovado, Desafinado, Só danço samba, O grande amor y Vivo sonhando.
En 1974, el álbum Elis & Tom de Antônio Carlos Jobim y Elis Regina causó sensación, considerada la última gran obra maestra de la edad de oro del estilo bossa nova.
Durante una gira por Italia en 1961, João Gilberto descubrió la canción de Bruno Martino, Estate. Lo adaptó a su manera en 1977 y se convirtió en un estándar internacional interpretado por los mejores músicos de jazz, desde Chet Baker hasta Michel Petrucciani a través de Toots Thielemans.
Se considera que el stricto sensu de Bossa Nova termina en 1964 con el golpe militar en Brasil.
La importancia de la bossa nova en la historia de la música brasileña y mundial es indiscutible. Introduce armonías complejas, una estrecha relación entre letras y música, así como una preocupación general por el arreglo y la forma musical.
________________________________________
Añadir un comentario